A veces, llegan momentos que te afectan a tu modo de vivir y cuando menos te lo esperas una oscura nube llega a opacar tus sueños, simplemente sucede, sin aviso ni preparación, tú no sabes como tomarlo, pero la noticia llega de golpe......
Quién iba imaginar que algo así pasaría, quién iba imaginar que perderías a la persona que más querías, la persona que estuvo ahí cuidándote desde tu infancia, la persona que te enseño algunos trucos y te permitió conocer su lado tierno, bueno y divertido, a pesar de que su vida fue difícil esa persona elige ser diferente contigo dejándote enseñanzas y buenos momentos en tu vida.
En esta ocasión hablaremos sobre como el duelo llega a afectar la vida personal provocando, depresión, ansiedad y estancando sueños o propósitos que se tienen en la vida antes de que todo ocurriera.
La noticia llegó y mi mundo se detuvo
Imagina que estas en un día normal cumpliendo con tus responsabilidades diarias para llevar acabo tus metas y sueños pero.... Sucede algo inesperado que te cambia completamente, que con solo una llamada te derrumbas en ese instante, escuchar que la persona que amas ya no está con nosotros paraliza tu mundo, en ese momento quedas en blanco sin ningún pensamiento, con un nudo en la garganta y un frío que recorre todo tu cuerpo simplemente no sabes como explicar lo que sientes y peor aún no sabes como actuar, ni que decir, solo sientes que la tristeza te invada totalmente.
Justo ahí piensas en que querías más tiempo con esa persona o al menos tener la oportunidad de despedirte y estar junto a ella en sus últimos momentos.
Perder a una persona especial te ahoga en un mar de emociones dejando todo a un lado, haciendo que el tiempo se detenga, todo lo que tenías planeado con esa persona se borró, no te importa tu día a día, tus estudios, las metas que tenías, tus sueños se apagaron como si desconectaras un interruptor que te daba energía.
Lo que escuchas desde el primer momento es que tengas resignación por la pérdida o te acompaño en tu dolor pero tú sabes que no entenderían el dolor que tienes en ese momento. Sabes? son esos días donde no necesitas soluciones, ni consejos o palabras sueltas que intenten calmar lo que sientes, solo quieres un abrazo, tener tiempo a solas para poder sentir tu dolor y no fingir que estas bien.
En medio de todo un caos sientes que tus emociones cambiaron y CLARO que lo harían porque la alegría que tenías se convierte en una profunda tristeza, tú!! estancada en tus pensamientos negativos no quieres seguir adelante lo único que piensas es en seguir a esa persona..... Desde ese momento se van creando obstáculos en tu diario vivir, no puedes conectar con otras personas o sentir emociones positivas, el querer convivir con los demás es tedioso, porque piensas que no te entienden, sientes que te juzgan por tus emociones por no saber como sobrellevar la situación.
Entonces llega el duelo con una tristeza inmensa que te lleva al filo de un abismo sin fondo, un lugar donde se encuentra dolor, ira, culpa, a veces negación e incluso confusión que hacen más difícil llevar la realidad de la pérdida, lo que sientes es nostalgia que invade tu corazón por la ausencia de tu ser querido y en medio de ese dolor tienes en tus pensamientos momentos felices que te marcan la vida, pero te afecta recordarlos porque sientes un vacío mayor, que es difícil llenarlo con algo nuevo.
El cuerpo está presente pero tú mente queda atrapada en el dolor
El día que pierdes a alguien, una parte de ti se va con ella, ya que su ausencia pesa, haciendo que el dolor invada tu mente con recuerdos o culpabilidad. Lo difícil de perder a alguien, es luego de su funeral, cuando regresas a casa, al lugar donde siempre estaba esa persona, cuando tienes que volver a tu vida "normal" y todo se queda en completo silencio, es ahí cuando te invade el sentimiento de miedo e incomodidad con una sensación distinta en tu cuerpo, como si estuvieras atrapada en lo que perdiste.
Habrán días en los que no quieras salir de tu habitación, días en los que no quieras hacer nada, todo te cuesta, todo te duele y no se diga el explicar lo que sientes tras la pérdida, realmente es diferente la manera en la que tienes que actuar, porque necesitas estar bien o eso quieres pensar para seguir con tu vida. Decir estoy bien se vuelve costumbre porque no quieres que los demás tengan lástima por ti, no quieres que nadie sepa tu dolor y finges una sonrisa para ocultar que todo dentro de ti se está derrumbando poco a poco.
La tristeza ocultada va cambiando a un cansancio inexplicable y la ansiedad va creciendo con el silencio de tus sentimientos. En estos casos la ansiedad se presenta con distintos pensamientos, la concentración ya no existe para ti, porque tienes voces en tu cabeza que hacen culparte por no hacer nada, pero a la vez te dice que vuelvas a ser tú y vivas tu día a día con actividades normales porque necesitas seguir adelante; tu mente es todo un CAOS y sientes a tu cuerpo agotado, débil, que te hace desanimar de todo. A veces te hundes tanto en el dolor, que los sueños que tenías quedaron postergados, el tiempo parece detenerse y tú no sabes que hacer. Tus sueños y metas eran algo que te motivaban porque querías honrar a esa persona, pero luego de su fallecimiento todo queda en el olvido, como si ya no tuviera sentido cumplirlas; el dolor que te invade se va convirtiendo en culpa por renunciar a todo, por no ser fuerte y seguir adelante, y cuando observas a tu alrededor te das cuenta que durante todo ese tiempo lo único que haces es sobrevivir cada día con todo el caos de TÚ mundo.
No sabes que hacer ni como actuar con tu familia que sienten ese mismo dolor, solo piensas que es parte del proceso de duelo y en realidad todo eso es una respuesta aceptable ante un dolor profundo y una pérdida inesperada, recordando que no es fácil admitir que estas sufriendo pero es necesario sentir el dolor, dejar que todo fluya, no reprimirlo, llorar si lo necesitas, no intentes fingir que todo esta bien cuando no es así.
Pero TODO es un proceso que te ayuda a.......
Volver a vivir sin olvidar
En los meses siguientes que sientes un poco de alegría piensas como seguir y no rendirte, como salir adelante sin dejar todo atrás, volver a tus proyectos con mayor fuerza y dedicación porque a pesar de no tener a tu ser querido, tienes a más personas que se preocupan por ti y lo vuelves a recordar para motivarte, es ahí donde aceptas tu pérdida y todo empieza a florecer de alguna manera o tal vez es esa persona que te está ayudando a seguir adelante con su ausencia.
Para este dolor no hay recetas que te ayuden a mejorar, simplemente es un proceso que debes vivir a tu ritmo. Sanar te ayuda y para esto debes reconocer el dolor que causa esa herida, debes comprender que está bien no estar bien, debes expresar lo que sientes, cuidarte mental y fisicamente, deja que en el proceso alguien te acompañe porque el sentirte escuchado y sin ser juzgado te ayuda a curar la herida poco a poco, ya que volverás a recordar que no estás solo y que muchas personas quieren verte mejor y feliz.
El sentir dolor es válido ante estas circunstancias, por eso debes permitirte sentir tus emociones, aunque sean difíciles de comprender, sanar no se trata de olvidar a quien perdiste, si no de aprender a vivir con su ausencia, lo recordaremos en su música favorita, en su lugar favorito, en su animal favorito y al ver las fotos de los bellos momentos junto a él, aunque ya no este aquí siempre estará en los nuestros recuerdos que nos harán soñar de nuevo para seguir adelante con una luz nueva en nuestras vidas.
Esto me lleva a decir que si pasaste por algo similar, no te encuentras solo en el proceso, porque siempre existen personas que pueden llegar a entender tu situación.
Recuerda que el dolor no desaparece, simplemente aprendemos a vivir con él, y el tiempo nos ayudará a florecer después de una tormenta o a resurgir de las cenizas(dolor) como el ave fénix.
Perder a alguien cercano es una de las experiencias más difíciles de la vida, y cada palabra escrita aquí refleja el amor, el dolor y la valentía de seguir adelante. Gracias por compartir este pedacito de tu alma. Leerlo me ha recordado que, aunque la ausencia duele, el amor que nos une a quienes ya no están permanece vivo en cada recuerdo, en cada gesto, en cada paso que damos. Que el tiempo y la memoria te sigan acompañando con ternura.
Este blog es un recordatorio de que el dolor necesita un espacio para manifestarse, que no hay una forma “correcta” de atravesarlo, y que está bien no estar bien. Sentir, llorar y admitir la tristeza son pasos necesarios para comenzar a sanar.
Perder a alguien cercano es una de las experiencias más difíciles de la vida, y cada palabra escrita aquí refleja el amor, el dolor y la valentía de seguir adelante. Gracias por compartir este pedacito de tu alma. Leerlo me ha recordado que, aunque la ausencia duele, el amor que nos une a quienes ya no están permanece vivo en cada recuerdo, en cada gesto, en cada paso que damos. Que el tiempo y la memoria te sigan acompañando con ternura.
ResponderBorrarEste blog es un recordatorio de que el dolor necesita un espacio para manifestarse, que no hay una forma “correcta” de atravesarlo, y que está bien no estar bien. Sentir, llorar y admitir la tristeza son pasos necesarios para comenzar a sanar.
ResponderBorrar